Safo, la más destacada poetisa de Grecia oriental. Natural de Lesbos y de ella deriva nuestro término lesbiana. La gran poetisa del deseo, del corazón agitado y los síntomas físicos del amor dulce-amargo. La poetisa con la visión más perspicaz de las flores.
“ Mi corazón está apesadumbrado, mis piernas no me llevan, otrora tan ligeras en el baile, cuál jóvenes gacelas. A menudo lo lamento, ¿pero qué puedo hacer?. ¿ No envejecer?. Eso es algo imposible para un mortal. Dicen por cierto de Titono que la Aurora, con sus rosados brazos, se sintió herida de amor por él y se lo llevo a los confines de la tierra, pues era hermoso y joven, pero, pasado el tiempo, la canosa vejez se apoderó de él, pese a que su esposa era inmortal…”
